El avance inexorable en el respeto de los derechos de los consumidores

*Pablo Del Popolo, Abogado, MP 1-30530, socio “Jándula Torres – Del Popolo – Abogados”

Importancia del comercio para la sociedad

El comercio es el intercambio de un valor fijo por un producto o servicio. El comercio nacional, o comercio interior, se refiere a aquel que se lleva a cabo entre empresarios, comerciantes y clientes residentes de un mismo país, dentro de sus fronteras y que se rige bajo las normas comerciales y administrativas que establece el Estado.

El comercio  es necesario para mantener el dinero en circulación dentro de un país, lo cual mejora la economía y el nivel de vida de sus ciudadanos.

El comercio interno le permite a la sociedad sobrevivir, ya que, por un lado, se cuenta con los productos para ser adquiridos y, por otro, le permite a las personas tener los recursos para poder adquirirlos.

Es una triangulo con tres vértices: a.-) El empresario: que arriesga un capital con el fin de obtener ganancias, b.-) el consumidor: que adquiere el producto o servicio que aquel pone a disposicón en el Mercado, y c.-) El Estado: que está presente dictando las “reglas de juego” y vela para que exista un equilibrio entre las partes (además, de cobrar impuestos por las operaciones comerciales que realizan los dos anteriores y  … como cobra!!!! Pero ese es otro tema…)

En este sucinto escrito pondremos la lupa en la parte o el protagonista débil: “el Consumidor”.

El consumidor – problema y defensa

Las organizaciones comerciales de todo orden han crecido en logística y creatividad para estimular la venta, mientras no progresa en igual proporción la eficacia de los consumidores en obtener el máximo de beneficio en cada una de sus decisiones de compra.

La confrontación entre el marketing y el consumidor, instala la sensación de que aquel lleva permanentemente ganada la partida. Que las corporaciones empresariales cuentan con más medios para influir sobre la masa de los consumidores, mientras éstos se ven a menudo inermes frente a esa acción.

Entonces, si el consumidor-comprador está en franca desventaja frente a los oferentes y productos, se impone una sociedad conciente de la necesidad de proteger derechos en un ámbito como el consumo, que configura uno de los rasgos constitutivos de la sociedad contemporánea.

Argentina ha emulado a los países más desarrollados en la adopción de una legislación orientada a compensar la asimetría que existe en las transacciones donde, como dijimos, el consumidor está desde el vamos en desventaja.

Así, la Constitución Nacional en los artículos 42º y 43º,  la Ley Nacional Nº24.140 de Defensa del Consumidor, y la Ley Nº 22.802 de Lealtad Comercial –y ahora el nuevo Códio Civil y Comercial de la Nación que lo contempla expresamente sin haber derogado las normas preexistente a éste-, van en la dirección que marca la moderna legislación mundial en la materia.

El panorama de aquel inicio en los años 90 a la actualidad, muestra una expansión increible que no avizora un “techo”, para lo que entendemos es algo positivo para todos. Está en estudio para su tratamiento en el Congreso un próximo Código en la materia, lo que demuestra la trascendencia de esta novel rama del derecho privado con raigambre constitucional.

El confinamiento incremento el problema

Lejos de disminuir, el aislamiento/confinamiento a causa del Covid-19 cambió los motivos de queja de los consumidores argentinos.

La vulnerabilidad natural de la posición del consumidor se ve más expuesta por las restricciones que impone la emergencia sanitaria.Según los primeros datos oficiales de la Nación, existe un evidente incremento de los reclamos. Según los datos de la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, los reclamos recibidos en el primer semestre de 2020 ya igualan a todos los de 2019: más de 90.000. Las principales quejas fueron en los rubros comunicaciones, servicios financieros y electrodomésticos.

Los analistas jurídicos entienden que las restricciones de circulación sumaron preocupaciones a los consumidores y usuarios. Los problemas son diferentes y provienen de la masividad de prácticas como las compras online. En ese sentido la queja más frecuente es el incumplimiento de los plazos de entrega o que el producto no es lo solicitado.

Estos problemas nacidos de la sitaución extraordianria que vivimos se sumaran a los casos habituales que atendiamos normalmante (reclamos por servicios diversos defectuosos, bienes –automóviles, inmuebles, etc- defectuosos o demora en las entregas, abuso en la forma pactada del pago del precio, robos de vehículos en playas de estacionamiento en hiper o shopping, frustraciones de viajes contratados, etc).

El Estudio que orgullosamente integro, es uno de aquellos con mas experiencia y concomiento en esta materia relacionada a la defensa del Consumidor, dejando claro que no somos unos “cruzados” que vamos al conflicto con la Empresa (de hecho asesoramos a varias con gran presencia en el mercado local), sino todo lo contrario, conociendo la suma importancia de las mismas en la economía y desarrollo del pais, perseguimos ser –humildemente- actores en la búsqueda del equilibrio exacto para que los verdaderos protagonistas puedan desarrollar sus actividades en forma armoniosa y legal para beneficio de todos.